El grupo Audita Usera de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda de Madrid (PACD Madrid) ha presentado su primer informe de Auditoría Ciudadana analizando los impactos socio-culturales, laborales, económicos y de género en las subcontratas que se han llevado a cabo en el período 2014-2016 de los Cursos y Talleres de Formación en los Centros Culturales de Usera.
El informe se presentará a las vecinas y vecinos del distrito el próximo miércoles 26 a las 19:00 en el centro cultural Usera I (calle Rafaela Ybarra, 49)
De donde vienen y porqué llegan los Centros Culturales
Los centros culturales se construyeron en Madrid a finales de la década de los 70 con el objetivo de que no existiera ningún barrio sin equipamiento cultural, que todos los vecinos pudieran acceder a ellos de forma fácil, y hacer que los vecinos de un barrio se conociesen y conviviesen en un mundo que tiende a aislar a los individuos.
Existía una articulación entre las diversas entidades sociales del barrio, Centros Culturales, Junta Municipal, colegios y las asociaciones vecinales, de manera que funcionaban casi de manera autogestionada y no se cobraba nada. Se organizaban actividades para niños, actuaciones musicales, teatro, viajes culturales, participación en los Carnavales, en la Semana Cultural, fiestas del barrio… pero también se organizaban reuniones y charlas sobre problemáticas del barrio, el paro, la droga, etc.
La privatización de los Centros Culturales
Con el paso del tiempo los centros culturales empezaron a profesionalizarse, siendo técnicos o funcionarios los encargados de planificar los cursos, al tiempo que se empezaba a cobrar una tasa por los mismos.
Con la llegada del PP al gobierno de Madrid en 1988, el Ayuntamiento de Madrid deja de gestionar directamente sus Centros Culturales, y empieza a adjudicar su gestión a empresas privadas, muchas veces ajenas a la Cultura y a sus objetivos.
¿A qué ha llevado esta privatización en los Centros Culturales de Usera?
- A que se ha producido un recorte de los recursos asignados a los talleres de formación reduciendo el presupuesto a menos de la tercera parte.
- Se ha observado un descenso de las matriculaciones, cada vez interesan a menos gente, ya que se ofrecen principalmente cursos que resultan más rentables para las empresas adjudicatarias por suponer un menor gasto en material. En el período 2010-2015, 1.818 alumnos menos lo que supone un descenso del 53,22% y una disminución de 10.850 horas (60,83%).
- Se constata una profunda y grave degradación de las condiciones laborales y de trabajo (posibilidades y recursos) de los/as trabajadores/as.
- ¡En comparación con otros distritos, Usera ocupa el penúltimo puesto en relación con el número de cursos/10.000 habitantes! (a pesar de que el distrito cuenta con indicadores socioeconómicos más desfavorables que otros -Tasa de paro registrada, Renta Disponible per cápita, analfabetismo, etc.- y que, por tanto, requeriría mayor inversión en formación).
Empresas adjudicatarias: Virensis SA y Aula Intercultural SL
Las empresas adjudicatarias han sido seleccionadas tomando como único criterio “la oferta económica más ventajosa”, sin tener en cuenta cláusulas sociales y culturales. Pero lo más grave, según hemos constatado con nuestra investigación, fue que la solvencia de la empresa Aula Intercultural SL podría ser más que dudosa y no cumplía las condiciones para poder presentarse al concurso de licitación.
Propuestas
Queremos hacer propuestas de futuro, no lo queremos dejar así. Los Centros Culturales deben volver a sus orígenes y responder a las necesidades reales de los barrios. ¡Más protagonismo a la ciudadanía en la planificación y autogestión de los Talleres de Formación de los Centros Culturales, desterrando el ánimo de lucro en su gestión y abordando la remunicipalización de los mismos!
La deuda del Ayuntamiento de Madrid se ha pagado a costa de los recortes, entre otros, en los talleres de formación de los Centros Culturales del distrito de Usera. ¡No debemos, No pagamos!
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